Después de algunos días de ausencia obligada debido al conocido problema de no tener acceso libre al notebook de estos humanos, he vuelto. Y he vuelto para analizar una costumbre bastante tonta que tienen muchos de estos seres (sobre todo los de sexo masculino).
Me refiero a la costumbre de ir al estadio a ver un partido de fútbol (o de cualquier otro deporte).
Pero cuidado, no hablo de practicar algún deporte, sino de ver cómo otros lo practican. Es decir, de estar parados (o sentados) mirando a otros hacer algo que a ellos les gustaría hacer pero que no lo hacen quién sabe por qué.
En el caso particular del fútbol, tengo evidencia de que mis "dueños" padecen esta extraña dolencia: hace unas semanas fueron al estadio a ver cómo veinte jetones corrían a la siga de un balón intentando introducirlo en lo que llaman portería. Pero quiero recordarles que no estoy en contra del fútbol en sí, porque, sea estúpida o no la idea detrás de este deporte, les ayuda a no engordar y así evitan un sinfín de enfermedades.
Lo que no entiendo es por qué gastan dinero en ir a un estadio a ver cómo otros practican su deporte favorito, ¡en vez de practicarlo ellos mismos! Bueno, tal vez todo se resuma en una simple palabra: humanos. He pasado toda mi vida con ellos y no logro comprenderlos aún.
Con respecto a la evidencia, aquí les dejo un par de fotos que muestra lo irracional de su conducta. Las encontré en una carpeta que tienen mis padres adoptivos en el PC.
En esta primera foto vemos cómo un montón de hombres enceguecidos por el fanatismo vitorean a su equipo como si fueran los salvadores del mundo. Por lo que veo, el equipo es Colo-Colo (tengo un pariente salvaje con ese nombre).
En esta segunda imagen vemos cómo estos representantes de la humanidad están vueltos locos saltando y aplaudiendo (y ensuciando el estadio, dicho sea de paso) a la vez que cantan himnos a su club deportivo.
La calidad de las imágenes no es muy buena. Seguramente tomaron las fotos con un celular barato.
Me refiero a la costumbre de ir al estadio a ver un partido de fútbol (o de cualquier otro deporte).
Pero cuidado, no hablo de practicar algún deporte, sino de ver cómo otros lo practican. Es decir, de estar parados (o sentados) mirando a otros hacer algo que a ellos les gustaría hacer pero que no lo hacen quién sabe por qué.
En el caso particular del fútbol, tengo evidencia de que mis "dueños" padecen esta extraña dolencia: hace unas semanas fueron al estadio a ver cómo veinte jetones corrían a la siga de un balón intentando introducirlo en lo que llaman portería. Pero quiero recordarles que no estoy en contra del fútbol en sí, porque, sea estúpida o no la idea detrás de este deporte, les ayuda a no engordar y así evitan un sinfín de enfermedades.
Lo que no entiendo es por qué gastan dinero en ir a un estadio a ver cómo otros practican su deporte favorito, ¡en vez de practicarlo ellos mismos! Bueno, tal vez todo se resuma en una simple palabra: humanos. He pasado toda mi vida con ellos y no logro comprenderlos aún.
Con respecto a la evidencia, aquí les dejo un par de fotos que muestra lo irracional de su conducta. Las encontré en una carpeta que tienen mis padres adoptivos en el PC.


La calidad de las imágenes no es muy buena. Seguramente tomaron las fotos con un celular barato.
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